martes, 21 de abril de 2009

Escobar ha planteado sobre el desarrollo que: “Por casi cincuenta años, en América Latina, Asia y África se ha predicado un peculiar evangelio con un fervor intenso: el 'desarrollo'. Formulado inicialmente en Estados Unidos y Europa durante los años que siguieron al fin de la Segunda Guerra Mundial y ansiosamente aceptado y mejorado por las elites y gobernantes del Tercer Mundo a partir de entonces, el modelo de desarrollo desde sus inicios contenía una propuesta históricamente inusitada desde un punto de vista antropológico: la transformación total de las culturas y formaciones sociales de tres continentes de acuerdo con los dictados de las del llamado Primer Mundo. Se confiaba en que, casi por fiat tecnológico y económico y gracias a algo llamado planificación, de la noche a la mañana milenarias y complejas culturas se convirtieran en clones de los racionales occidentales de los países considerados económicamente avanzados”.
Escobar, Arturo. “El desarrollo sostenible. Realidad y mitos.” En Revista Esteros, # 3-4. Santafé de Bogotá. 1993-1994.

La implementación del desarrollo posibilitó la configuración de un discurso que hablaba sobre los nativos tercermundistas y les atribuía una serie de características, es más, podríamos afirmar que estas características eran la negación de las características de los sujetos y naciones desarrolladas. Así, el sujeto del Tercer Mundo era: pobre, enfermo y desamparado, en fin, era un sujeto que debía ser llevado de la mano por el camino del progreso y la civilización –occidental por supuesto-. ha planteado que en situaciones en donde las diferencias de poder entre agentes sociales son grandes, es común que el sector dominante disponga de sus Otros ubicándolos en una categoría determinada y comúnmente cargada de significados negativos.
Podemos plantear que el desarrollo generó y genera una forma particular de pensar la vida de las poblaciones como un problema técnico que debe ser manejado racionalmente por profesionales del desarrollo poseedores de un conocimiento especializado. Este discurso se manifiesta como una forma hegemónica de representación que elabora sujetos sobre los cuales actuar, asignándoles ciertas características a priori que secundan su colonización y la dominación de sus economías y en general de todo su marco vital. El desarrollo, es en fin, un continuo movimiento dialéctico entre el constante reconocimiento de la diferencia y la no menos constante domesticación de ésta.

1 comentario:

  1. Un beso Alejandra, espero que ahora si te lleguen mis comentarios. El texto de Escobar es útil para redondear la idea del etnocentrismo como la marca básica del modelo del desarrollo, dicha marca niega cualquier otra producción de los que se consideran dominados o dependientes.

    Con respecto a tu texto, hay una coherencia en el mismo. es bueno que observes cuantas afirmaciones haces y cuantas veces te detienes a argumentar dichas afirmaciones. Lo central de un texto escrito es hacer esto. 4.0

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